Zona de la subida: Proaza
Longitud | Desnivel | Altura | % Med. | % Máx. | APM |
---|---|---|---|---|---|
7.43 km. | 604 m. | 799 m. | 8.1% | 17% | 200 |
Una subida parecida a su vecina, la Cruz de Linares, en cuanto a la exigencia de sus rampas. El primer kilómetro de la ascensión es compartido por ambos collados. Una señal nos indicará la dirección a Proacina y Bandujo a mano izquierda. Tras el desvío, unos metros de descenso para retomar la subida, que transcurre paralela a la de Linares, hasta alcanzar un par de herraduras que nos harán ganar altura rapidamente y nos dirigirán al pueblo de Proacina, donde la carretera nos dará un respiro, y a la salida del cual podremos avituallarnos en una fuente. Tras Proacina, la carretera comienza a empinarse, lenta pero progresivamente, hasta alcanzar otra curva de herradura y algunas rampas más fuertes que nos dejarán en un primer collado. Tras él, un descenso vertiginoso antes de afrontar el tramo más exigente de toda la subida: más de 2 kilómetros con una media del 11.3% y rampas máximas por encima del 17%, mientras atravesamos herraduras y bosques, antes de coronar el Collado. Desde él las vistas son espectaculares, alcanzándose a ver, 500 metros por debajo, la carretera que se dirige a Teverga y el pueblo de Bandujo, al que llegaremos tras un rápido descenso y donde podremos contemplar las montañas que nos separan del Maravio. Un encadenado Cruz de Linares - Bandujo, sin un metro de llano entre ambos, sería espectacular, aunque la estrechez de la carretera y la nada en la que nos encontramos al llegar a la cima, hacen suponer que será inviable a día de hoy.