Zona de la subida: Belmonte de Miranda
Longitud | Desnivel | Altura | % Med. | % Máx. | APM |
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12.5 km. | 543 m. | 920 m. | 4.3% | 25% | 164 |
Subida con rampas tremendas, intercaladas con falsos llanos que apenas dan para poder coger un poco de aire. Para llegar a Noceda hay que coger el cruce a Tolinas que nos encontramos en El Llanón, en plena subida al Marabio por la vertiente de San Pedro. A partir de aquí, tendremos casi 10 kilómetros de suave ascenso en los que podremos disfrutar de un paisaje virgen, sobre la sierra que nos separa del vecino Marabio. Aquí puedes ver en detalle el tramo duro de la Corredoria. Tras llegar a Noceda, un cruce a la derecha sobre hormigón pondrá a cada cual en su sitio. Es un repecho tremendo cuya pendiente se sitúa en torno al 20%. Poco después nos da un respiro (y con esto quiero decir que baja a un 12-14%) pero tras una curva a la derecha, enfilamos una recta que pasa frente a una casa donde la pendiente se dispara y se sitúa por encima del 20%. Esta recta desemboca en una herradura a izquierdas tras la que la pendiente disminuye. Poco después, nos encontramos un falso llano de unos 40-50 metros que tendremos que hacer lo más lentamente posible con el fin de coger aire. Tras esto, nuevamente la carretera se empina alcanzando el clímax una recta absolutamente criminal con pendientes nuevamente sobre el 20%. A mitad de esta recta el hormigón se termina, pero la pendiente no cede en absoluto y nos obligará a dar el máximo si no queremos echar el pie a tierra. Nuevamente sigue a esta recta un tramo más asequible y, tras él, otra zona durísima con dos herraduras. La pendiente, de nuevo por encima del 20% en tramos rectilíneos que son psicológicamente demoledores. Desde la segunda de estas herraduras hay unas vistas estupendas de la zona que vamos dejando abajo. Merece la pena echar un vistazo, por un lado para descansar y por el otro porque vamos a abandonar esta parte de la montaña para buscar la vertiente de Belmonte. Dejamos las herraduras abajo y alcanzamos un primer alto que crestea y nos dirige al último tramo duro: otra vez pendientes durísimas y dos herraduras nos separan de nuestro objetivo. Tras alcanzar este primer alto, nos espera un descenso vertiginoso y un falso llano que "pica" un poco hacia arriba y que nos conduce hasta el cruce con la carretera de Dolia, cerca del Alto de la Corredoria. Esta carretera ha sido asfaltada recientemente y el asfalto está perfecto, si bien el primer kilómetro discurre a través de hormigón, lo que dificulta aún más nuestro pedaleo.