Lagos de Covadonga por Covadonga

En una rotonda en la AS-114 que nos permite desviarnos hacia Covadonga, comenzamos la ascensión a uno de los puertos más emblemáticos no sólo de España, sino del panorama ciclista internacional. Un "Categoría Especial" que lo es también paisajísticamente hablando ya que, sobre todo durante la segunda mitad de la ascensión, las altas cumbres del Cornión contemplarán nuestro pedaleo. El principio de la subida es bastante llevadero, un falso llano con tendencia a la subida hasta que nos adentramos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, momento en el que ya la carretera se empina y sitúa su pendiente en torno al 4-5%. Desde aquí se contempla ya la famosa Basílica, y cuando estamos a menos de un kilómetro de llegar a Covadonga, cogemos un cruce a la derecha que nos llevará a los Lagos. Aquí ya la cosa se pone seria mientras vamos ganando altura paulatinamente. Tras una amplia curva de herradura a la izquierda, afrontamos una recta donde encontramos las primeras pendientes serias, por encima del 10% y bastante mantenidas. Por suerte a la altura del Mirador de los Canónigos encontramos un respiro en forma de falso llano. Abandonamos esta zona, entre árboles y con vistas espectaculares de la Basílica, y nos dirigimos, poco a poco pero inexorablemente, hacia la zona más dura de la subida, el famoso tramo de La Huesera, 800 metros donde la pendiente no baja del 12% y que además son practicamente en línea recta. El tramo se termina en una curva hacia la derecha que nos permite admirar esta parte de la subida, espectacular y durísima, mientras dirigimos nuestros pasos hacia el Mirador de la Reina. Poco antes de llegar aquí, encontramos también un falso llano donde tomar aire, antes de afrontar otro tramo bastante duro. Los kilómetros van haciendo mella, y tras alcanzar un pequeño collado nos encontramos con un tramo de pronunciado descenso que incluye una curva de herradura muy cerrada, con la que deberemos tener cuidado. A partir de aquí sólo nos resta poco más de un kilómetro para llegar al primero de los lagos [Lago Enol] donde nos encontramos el segundo de los descensos, justo antes de afrontar el tramo final de la subida, muy llevadero, que nos lleva al final de la ruta, el Lago Ercina, espectacular final de uno de los puertos más míticos de la geografía nacional.