Bustellán por Pontigón (Norte)

La vertiente más dura de Bustellán no es recomendable ahora mismo debido a las obras que hay en la zona de Los Corros, precisamente los dos kilómetros más duros de la subida. Partimos de Pontigón, en la carretera de La Espina, donde nos desviamos en un cruce que nos indica la dirección a Ayones. Los 5 kilómetros que nos conducen a este pueblo están en perfecto estado y son muy regulares, por lo que podremos subir a ritmo. Llevamos la ladera de la montaña a nuestra izquierda, por lo que poco a poco podemos ir contemplando las montañas que separan Tineo y Valdés. Al llegar a Ayones tendremos un par de kilómetros de descanso, desde las que ya podemos ver el parque eólico de Bustellán, objetivo de nuestras pedaladas. Al cabo de estos 2 kilómetros, deberemos desviarnos a la derecha, dirección Los Corros. A partir de este cruce ya vemos que la carretera practicamente no existe, y sólo es un compendio de tierra, piedras y baches. Esto impedirá que podamos levantarnos de la bicicleta cuando tengamos que afrontar las rampas más duras de la ascensión, en torno al 15%. Seguiremos por esta carretera hasta que enlacemos con la que sube desde Fastias, que se encuentra en perfecto estado, y que nos conduce en 3 kilómetros a Bustellán. Conviene llegar hasta las antenas (es una pista de tierra, pero si hemos llegado hasta aquí por Los Corros, no está mucho peor) para contemplar una de las vistas más espectaculares de Asturias que pueda verse, ya que la vista alcanza desde los Picos de Europa, hasta los montes del Valledor, pasando por el Aramo, las Ubiñas y la costa asturiana.