Trobaniello por Quirós

Subida menos convencional al Puerto Ventana esta que parte del concejo de Quirós. El inicio está en el mismo cruce que se dirige a Cortes y Lindes, pero en seguida nos separaremos de la carretera que conduce a estos pueblos y dirigiremos nuestras pedaladas a Ricabo y Bueida. Tras pasar el primero de ellos, la carretera se termina y pasa a ser una pista, que de momento está en un estado medianamente aceptable para la bicicleta de carretera. Así trascurrirán los próximos 6 kilómetros, atravesando un bosque impresionante por una pista ancha, con pendientes constantes que no requieren ni que nos levantemos del sillín, hasta que de repente veremos que la pista pasa a ser hormigón. Cualquiera que esté de salir por pistas sabrá que el hormigón no es buena señal, ya que suele ser sinónimo de rampas duras y de sufrimiento. Pues aquí no es una excepción: tramos hormigonados se suceden con otros asfaltados, mientras la pendiente va in-crescendo hasta alcanzar picos cercanos al 20%, por fortuna muy cortos. Ahora ya nos encontramos fuera del bosque y las vistas sobre lo que dejamos atrás son espectaculares, aunque no podremos disfrutar mucho de ellas debido a la dureza del terreno. Una herradura a izquierdas nos enfrenta a una tremenda recta donde la pendiente se dispara nuevamente hasta sobrepasar en varios puntos el 15%, aunque alterna con algún respiro. Poco después el hormigón desaparece, pero por desgracia las fuertes pendientes no desaparecen. Además, el estado de la pista en que estamos ahora es mucho peor, e incluso hay tramos que son imposibles de hacer subido sobre la bicicleta, sobre todo al paso por una herradura a izquierdas. El estado de la pista no mejora, pero las pendientes regresan a unos valores más "humanos" donde pese a sufrir bastante podremos mantenernos a lomos de nuestra "burra". Si no hay niebla, podremos contemplar la Ermita de Trobaniello, junto a la que hay una fuente y desde la que se contempla una vista espectacular de la montaña asturiana. Poco después, deberemos vencer unos últimos 100 metros de hormigón con pendientes muy fuertes que nos dejan en el punto más alto de la subida, desde donde ya podemos ver el Puerto Ventana, poco más de 3 kilómetros de falso llano más allá de donde nos encontramos, pero vale la pena detenerse aquí a contemplar un paisaje impresionante dominado por la subida convencional al Puerto Ventana. Una subida muy recomendable, aunque no muy apta para bicicleta de carretera.