La Farrapona por Somiedo

Mucho se había hablado de La Farrapona en el mundo ciclista y la Vuelta a España 2011 la incluye en su recorrido, precedida nada menos que del puerto de San Lorenzo, en un encadenado espectacular. Es una pena que no se acompañe de algún puerto previo ya que la geografía de la zona da para ello (por ejemplo, con Corredoria y Marabio) y contribuiría a diseñar una etapa impresionante que poco tendría que envidiar a las etapas reinas de Tour y Giro. También se contemplaba la posibilidad de utilizar la subida vecina a Valle de Lago en lugar de La Farrapona, con el fin de no condicionar la etapa a la subida final. Con el asfaltado de la vertiente asturiana este puerto se ha convertido en la carretera más alta del Principado, si exceptuamos la subida al Gamoniteiro, con el asfalto destrozado (NOTA 08/2011: el Gamoniteiro ha sido recientemente asfaltado). Además, es de las pocas que puede presumir de un paisaje de alta montaña, aunque sólo a partir de Saliencia. La subida comienza en la carretera que se dirige al Puerto de Somiedo, un poco antes de llegar a Pola de Somiedo. Un cruce a la derecha junto a una pequeña presa nos indica qué dirección seguir para llegar a Saliencia y La Farrapona. El principio del puerto no es muy exigente, y apenas nos encontraremos con una rampa dura poco antes de llegar a Veigas, donde el terreno se vuelve más favorable y practicamente se convierte en un falso llano. Destacar que si uno se quiere avituallar en un bar, hacerlo en este pueblo, ya que en el bar de Saliencia quizás no tengan lo que buscamos (chocolatinas, por ejemplo). Seguimos la ruta para llegar a Villarín, donde se termina el asfalto impecable por el que nos deslizábamos y se convierte en un asfalto viejo, roto, muy bacheado, y seguirá así hasta Saliencia. Antes de llegar a Saliencia habrá que pasar un tramo duro (Arbellales), dos kilómetros francamente exigentes para coronar un pequeño alto, casi en el ecuador del puerto. Después, descenso por carretera sinuosa y estrecha, peligrosa por los baches y a continuación un kilómetro un poco más exigente y otro falso llano que nos conduce a Saliencia. Aquí se termina el mal asfalto y nos encontramos un piso recién arreglado que nos conducirá a la cima. Este tramo es el más duro de la ascensión pero también el más bonito. Carretera estrecha, las montañas contemplándonos... Lo peor es el trazado rectilíneo que no nos permite contemplar lo que dejamos atrás hasta los últimos 2 kilómetros, cuando tendremos que afrontar 4 herraduras en el tramo más espectacular y que nos dejarán ya en la cima. El descenso hacia Torrestío está sin asfaltar, aunque es una pista de tierra y se puede pasar con la bici de carretera. Son apenas 4 kilómetros, pero con una mínima precaución no habrá ningún problema.